Mazda cuenta con una nutrida historia con el color rojo, desde su uso en el R360 Coupe 1960, un microauto que Mazda vendió en Japón, así como el primer auto de pasajeros de Mazda, hasta la línea actual de Mazda. El rojo está profundamente arraigado en la cultura japonesa, ya que denota fortaleza y pasión, e incluso se utiliza para representar al sol en la bandera nacional de Japón. Mazda considera que el color de pintura es uno de los elementos clave de la forma, por lo que, al desarrollar el nuevo Soul Red Crystal, se propuso crear el rojo más hermoso del mundo.
UN ENFOQUE DISTINTO
La creación del color Soul Red Crystal supuso un proceso desafiante, por el cual Mazda debió reinventar la manera en la que se pintan los autos. Al igual que cualquier objeto hermoso, la manera en la que la luz danza a lo largo de la superficie forma parte de la belleza. La interacción entre la luz y la forma inspiró a Mazda a crear una pintura con una profundidad y una calidad reflectante excepcionales.
Para garantizar esa perfección visual, el diseñador de color y el pintor en jefe trabajaron juntos durante el proceso de desarrollo para asegurarse de que las elecciones de color del diseñador se representaran a la perfección en los autos. Para lograr ese tipo de acabado profundo y lustroso, los autos debían pintarse a mano. Si bien esto era posible para los prototipos de Mazda, se desarrolló una nueva técnica para obtener la misma calidad de Soul Red Crystal en los modelos de producción. Mediante un proceso denominado Takuminuri, que traducido al español significa "coloreado artesanal", se enseñó a los robots de pintura a replicar de manera efectiva las técnicas de los mejores artesanos de Mazda.
MAESTROS ARTESANOS
Takuminuri es un enfoque exclusivo de Mazda para lograr una tecnología de pintura avanzada, que comenzó con el color de pintura Soul Red Metallic original en 2012, se perfeccionó con el color Machine Gray en 2016 y se refinó aún más para obtener un color que integrara los aprendizajes de ambos para destacarse entre los colores más atractivos en el mercado.
La filosofía de diseño de alma del movimiento o Kodo de Mazda otorga a cada Mazda un lienzo adecuado, con una forma sensual y dinámica que capta el preciso instante en el que la energía se transforma en movimiento. Donde sea que mires, este porte se realza con detalles de primer nivel. El reflejo de la luz en la pintura Soul Red Crystal permite destacar aún más las sutiles líneas fluidas de la carrocería que exhiben los matices de las curvas y la postura dominante del vehículo.
Mazda considera que los autos son obras de arte y desea que los clientes queden conmovidos por ellos, incluso antes de arrancar el motor.
